Casi todo el mundo conoce los términos OTT y VOD. OTT son las siglas de "over-the-top", término utilizado para referirse a la distribución de contenidos de cine y televisión a través de Internet, sin necesidad de que los usuarios se suscriban a un servicio tradicional de televisión de pago por cable o satélite. Un servicio típico de vídeo a la carta (VOD) permite a los usuarios ver cualquiera de una gran colección de vídeos en cualquier momento. Las plataformas de vídeo a la carta permiten al público elegir lo que quiere ver de su colección y acceder a ese contenido cuando quiera.
El vídeo a la carta por suscripción es un tipo de servicio por el que se suscribe a un contrato que le da acceso al tipo de servicio que desee ver hasta que se dé de baja, es decir, hasta que lo vea sin límites. El mejor ejemplo de un servicio SVOD es Netflix.
El VOD transaccional (o de transacción) es lo contrario del SVOD. TVOD normalmente no le cobrará nada por darse de alta en el servicio/crear un perfil de usuario. En su lugar, pagará una cantidad en función del contenido que vea. La mayoría de las veces se trata de películas, pero también de series y, en particular, de deportes y eventos. iTunes es un ejemplo de TVOD.
El vídeo a la carta basado en anuncios es un modelo gratuito para los usuarios, que pueden conectarse y ver vídeos a cambio de dedicar tiempo a ver anuncios. YouTube es el mejor ejemplo de AVOD.
También hay servicios que funcionan con modelos mixtos, en los que el cliente paga, por ejemplo, una cuota mensual que le da acceso a partes o a determinados tipos de contenidos. Pero también pueden aplicarse tarifas adicionales para ver determinados contenidos o un acontecimiento deportivo en directo, por ejemplo.
Si tiene previsto empezar un servicio OTT, VOD, AVOD, SVOD o TVODconsulte a nuestros expertos sobre sus necesidades.