A medida que la tecnología sigue evolucionando, la forma de consumir contenidos ha cambiado radicalmente. La televisión lineal (televisión tradicional) y la televisión conectada (CTV) representan dos enfoques distintos del consumo de medios. Mientras que la televisión lineal ha sido la forma dominante de distribución de contenidos durante décadas, la televisión conectada ha ganado terreno en los últimos años debido a su flexibilidad, los contenidos a la carta y la experiencia de visualización personalizada.
En este blog, exploraremos las principales diferencias entre la televisión lineal y la CTV, ofreciendo una comparación detallada que pone de relieve cómo funciona cada plataforma, sus ventajas y cómo afecta tanto a los espectadores como a los anunciantes.
TV lineal:
La televisión lineal se refiere a las emisiones tradicionales de televisión por cable, satélite o señales por aire (OTA). Los contenidos se emiten en un formato programado y en tiempo real, en el que los espectadores sintonizan canales específicos a una hora determinada para ver programas o eventos.
CTV:
La televisión conectada (CTV) es cualquier televisor que se conecta a internet para transmitir contenidos. Esto incluye Smart TV o dispositivos como Roku, Apple TV, Amazon Fire Stick y videoconsolas. La CTV permite a los usuarios acceder a aplicaciones y servicios a la carta como Netflix, Hulu, YouTube y otras plataformas de streaming.
Tanto la televisión lineal como la CTV ofrecen experiencias distintas a espectadores y anunciantes, cada una con sus propios puntos fuertes. La televisión lineal es ideal para la difusión masiva en tiempo real, especialmente para eventos en directo y grupos demográficos de mayor edad. Sin embargo, con la evolución de los hábitos de consumo de medios, el enfoque a la carta, interactivo y específico de la CTV está ganando terreno rápidamente, sobre todo entre el público más joven.
Para los anunciantes, la elección entre TV lineal y CTV dependerá de los objetivos de la campaña. La televisión lineal ofrece un alcance incomparable para los grandes eventos, mientras que la CTV permite una segmentación precisa y un análisis detallado, lo que la convierte en una poderosa herramienta para las estrategias publicitarias modernas. Comprender estas diferencias puede ayudar a las marcas a optimizar sus esfuerzos de compra de medios y a conectar mejor con su público objetivo.